Los veranos al sol

Fuente de la vida, venerado por antiguas culturas alrededor del mundo y adorado en los lugares donde tenemos el privilegio de tenerlo en abundancia, el Sol, es el elemento imprescindible en cualquier verano mediterráneo. Nos calienta durante largas jornadas y nos permite disfrutar de divertidas noches al aire libre. Y en casa, en la terraza o el jardín, ha llegado el momento de aprovechar al máximo de la vida en el exterior. Pero todo lo bueno, lo puede tener de malo. Los rayos ultravioletas y las insolaciones, son los principales vectores de los inconvenientes que tiene el astro amigo, por lo tanto, debemos protegernos de ellos de la forma más segura posible.

Pérgolas y sombrillas nos aportan sombra pero además nos deben garantizar la protección eficaz contra las radiaciones solares y ventilar adecuadamente el espacio que cubren. Todo esto lo podemos conseguir aportando una mejora estética en el espacio escogiendo los elementos que integren mejor diseño y funcionalidad. Aquí presentamos algunas soluciones.

En lo referente a las pérgolas, las principales opciones suelen ser de madera o de aluminio, pero las podemos hacer de materiales como el hierro pintado, de acero inoxidable o de obra y las podemos cubrir con tejas, lonas, mimbre o incluso con estructuras para trepadoras que pueden ser caducas y así tener más luz en invierno. No todas las superficies proporcionan la misma protección, por lo que nos tenemos que informar antes de decidirnos por la que sea idónea, dependiendo de la intensidad del uso y de las horas de sol que tendremos.

Los parasoles son una opción más económica que nos permite mover la sombra a la ubicación que deseamos, aunque las podemos encontrar de grandes dimensiones, la superficie a proteger siempre es menor y es muy difícil que nos pueda garantizar sombra a todos los ocupantes de una mesa en cualquier posición del Sol. Por otro lado, la lona suele ser un muy buen elemento de protección, pero debemos asegurarnos de que el tejido filtra correctamente los rayos solares.

En muchos casos un toldo puede ser la solución ideal, ya que puede aportar una sombra amplia que podemos adecuar a todas las necesidades horarias y ocultar cuando no hay Sol, sin tener elementos que ocupen espacio, como pueden ser las patas de las pérgolas o parasoles plegados. Igualmente tenemos que verificar qué nivel de filtro certifica el fabricante de la lona.