La cocina de jardín
El primer año, unas costillas hechas a la brasa de una pequeña barbacoa portátil de carbón, encendieron la chispa del calor que dura hasta hoy. Todo el mundo se lo pasó tan bien que al año siguiente, quince días antes de la fecha ya recibían llamadas para ver si lo repetían, así que se tuvieron que equipar con una barbacoa a gas, más práctica y grande, que les permitía comer caliente a todos a la vez y que les ha dado servicio hasta ahora. Como siempre son muchos y les gusta cocinar la carne, el pescado y algunas verduras, justo antes de comerlas, la potencia constante del gas y la gran superficie de cocción fueron las cualidades que buscaron para escoger el modelo. Pero como cada vez hay más días que, sin ningún acontecimiento especial, ya sea en compañía de los hijos, de amigos o ellos dos solos, deciden disfrutar de la cocina al aire libre, este año han remodelado el jardín incorporando una cocina de exterior completa.
Sólo debemos tener en cuenta una cosa, es importante hacer un buen aprovisionamiento de materia prima, ya que si la conversación es grata y el día acompaña, la sobremesa se puede alargar hasta juntar la comida con la cena.