Si no tienes luz, solo tienes medio jardín, o incluso menos si tenemos en cuenta que lo más posible es que, durante gran parte del año, volvamos a casa cuando el sol empieza a desaparecer. Y en verano, en la época del año que más amortizamos cualquier espacio exterior, nos gusta alargar las jornadas en informales cenas con familiares o amigos. Si estamos de buen humor, somos capaces hasta de invitar al vecino que es del equipo de fútbol contrario a tomar una cerveza y discutir de política hasta bien entrada la madrugada. No te prives de esto, un jardín nocturno, correctamente iluminado, es como tener dos jardines, uno real y otro mágico, que podemos transformar con imaginación y un diseño lumínico adecuado.
Desde que empieza a ponerse el sol en un jardín, las sombras se alargan, los contornos de desdibujan y las sensaciones pueden llegar a derramarse. En las épocas cálidas del año, el uso de un espacio exterior es capaz de dar la vuelta completa al reloj. Si esta bien iluminado, de noche un jardín siempre gana, ya que lo que perdemos en colorido y expresión, lo ganamos en insinuación y sofisticación.
El jardín como elemento protagonista. Como criterio general, hemos de buscar que la luz alumbre a la vegetación y no al observador, ya que habitualmente los jardines tienen luminaria que produce deslumbramiento, en cambio, la iluminación hacia la vegetación muestra los mejores aspectos a destacar. Asimismo es muy importante tener en cuenta los usos que se le dan a las diversas zonas para decidir en cada caso si buscamos una iluminación decorativa o por el contrario, una iluminación que permita realizar actividades concretas. El uso de la luz tenue es otro criterio a aplicar, ya que una iluminación brillante nos hace perder matices y profundidad, además de que es posible que nos dificulte la visión de las estrellas o que moleste a nuestros vecinos. Los principales argumentos que hemos de usar para vestir de luces un jardín se basan en la dirección de la luz, con estos cinco recursos se pueden cubrir casi todas las necesidades:
- La iluminación ascendente, que pone el acento en los volúmenes y formas de las especies que alumbra. Bien usada permite crear ambientes opuestos al día, que nos animan a un disfrute social.
- Iluminación descendente, para poder realizar actividades nocturnas debemos colocar el punto de luz lo más cenital posible y así evitar molestas sombras.- Iluminación puntual se centra en un punto determinado del jardín para que acapare toda la atención del observador. Puede ser muy útil usado con moderación en bonsáis, esculturas o fuentes.
- Iluminando a contraluz podemos resaltar contornos sobre superficies haciéndolos destacar sin iluminarlos directamente y dando el máximo valor a la forma de la especie.
- La iluminación de guía es útil para desplazarnos sin tener un accidente pero además nos pueden permitir marcar o transformar el trazado de nuestro jardín y así permitirnos admirar del diseño de su estructura incluso de noche.
Entre las soluciones de luminaria que proponemos, están las lámparas de diseño, que dejan de ser una mera fuente de luz para pasar a ser un elemento protagonista de la decoración del jardín. Sistemas de iluminación alimentada con energía solar para zonas donde no hay posibilidad de conexión con la red eléctrica o sistemas de canalización por fibra óptica, que nos permite iluminar espacios exteriores sin tener que llevar corriente eléctrica ya que lo que viaja a través de la fibra es sólo la luz. Todo esto, evidentemente, complementado por focos de haz de luz dirigible, bornes, balizas, farolas, luces para pérgolas o iluminación para piscinas, fuentes y estanques.
La elección de estos dispositivos es una tarea que debe estar bien planificada, ya que unos pueden influir negativamente sobre los otros, ahogando el efecto deseado. Para conseguir un resultado óptimo es recomendable dejarse asesorar por un paisajista ya que la oferta de sistemas y opciones en el mercado es amplísima y es muy fácil caer en iluminaciones insuficientes, deslumbrantes o incluso de impacto negativo durante el día. A esto hay que añadirle que en una instalación eléctrica en el exterior siempre hay que tener un cuidado muy especial en la seguridad de la misma. El uso de materiales homologados y de calidad es algo imprescindible si queremos disfrutar de un jardín bien iluminado y estar tranquilos.