2.000 metros de césped artificial
El último periodo de sequía del año 2.008 dejó desprovisto de verdor un fantástico jardín de más de 2.000 metros situado en Argentona (Barcelona). Árboles y palmeras de más de cincuenta años asistían con preocupación la constante desecación de sus parientes más jóvenes; césped y plantas de temporada se habían convertido en paja y hojas muertas, mientras otras especies más resistentes, agonizaban bajo el sol. Pero llegaron las lluvias que fueron como si les arrojaran un salvavidas in extremis.Este aviso fue suficiente para que los propietarios tomaran la determinación de no volver a tener que pasa por una situación igual. Nos pusimos en marcha inmediatamente, lo primero fue levantar un plano y un proyecto de sostenibilidad paisajística, en el que se indicaban las actuaciones a realizar. Seguidamente eliminamos todo el césped seco para sustituirlo por césped artificial de gran calidad, con apariencia y tacto real. Para este cometido hubo que nivelar el terreno y optimizar drenajes y desagües, así minimizábamos antiguos encharcamientos. Al tratarse de una gran superficie, también realizamos caminos con pavimento impreso.
El riego automático ya instalado ha sido revisado, ya que lo hemos mantenido para poder hacer riegos puntuales en verano que proporcionarán un extra de frescor a la hierba en los días más calurosos. Para ello se deben poner en marcha unas horas antes de su uso, con unos segundos de riego es suficiente ya que su objetivo es simplemente el de mojar y limpiar la superficie del césped artificial. El consumo es imperceptible en comparación de un césped vivo, ya que ésta requiere de muchos cuidados y no es tarea nada sencilla el mantenerlo en buen estado. No solamente por las necesidades de riego ya que las plagas, las heladas o la falta así como un exceso de siega suelen estropearlo.
El riego automático ya instalado ha sido revisado, ya que lo hemos mantenido para poder hacer riegos puntuales en verano que proporcionarán un extra de frescor a la hierba en los días más calurosos. Para ello se deben poner en marcha unas horas antes de su uso, con unos segundos de riego es suficiente ya que su objetivo es simplemente el de mojar y limpiar la superficie del césped artificial. El consumo es imperceptible en comparación de un césped vivo, ya que ésta requiere de muchos cuidados y no es tarea nada sencilla el mantenerlo en buen estado. No solamente por las necesidades de riego ya que las plagas, las heladas o la falta así como un exceso de siega suelen estropearlo.
