Una terraza en Bonanova
En las grandes ciudades como Barcelona, tener un espacio abierto al exterior, ya sea un jardín, una terraza, un patio o un simple balcón es un lujo que no pasa inadvertido para nadie, lo es igualmente, el poder transformar este espacio, sito en la planta primera de un edificio de la zona alta, en una zona para el disfrute del tiempo de ocio con amigos y familia. La superficie del sustrato disponible es de 30 centímetros, ya que hay un parking en la planta baja, por lo que hay que disponer el jardín con especies de raíces poco profundas.
Dos pérgolas adosadas son el eje principal del proyecto a la vez que dividen visualmente el jardín. Una de ellas se sitúa sobre tarima de ipe que acoge perfectamente el mobiliario de exterior, la otra pérgola cubre el área destinada al comedor de exterior y se sitúa sobre el pavimento de toba impermeabilizada para evitar las eventuales manchas de líquidos o comida que pudieran caer al suelo. Las líneas rectas predominantes se rompen al incorporar unas sinuosas curvas en las zonas de parterre. Hemos cortado directamente las piezas de toba del pavimento y les hemos dado un acabado con bordillo del mismo material, lo que nos aporta dinamismo y movimiento al conjunto con un muy buen resultado.