Picudo rojo

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Nombre de la plaga:
Picudo rojo
Nombre técnico: Rhynchophorus ferrugineus
Planta:
Phoenix, Washingtonia
Picudo adultopicudo larva

El picudo rojo es un parásito que recientemente ha sido declarado como plaga por la administración. El huésped que ataca son las palmeras, en especial Phoenix y Washingtonia. Lo que dificulta su prevención es que se instala en el interior del tronco y de la base de las hojas y estas no muestran síntomas hasta que la colonia esta muy avanzada. Cada hembra deposita alrededor de 400 huevos en las bases de las hojas o en heridas mal selladas, estos eclosionan y las larvas viven y se alimentan en el interior. Usando fibras de la palmera, se hacen un capullo para transformarse en pupa y evolucionar hasta adulto, ciclo que tarda en completarse menos de 4 meses, por lo que en una misma palmera se pueden observar todas las fases. Los adultos son de color rojo y negro, y con la cabeza acabada en pico, y se suelen encontrar detrás de las bases de las hojas. Estos pueden volar varios kilómetros en busca de nuevas palmeras para colonizar y al encontrarse en un ecosistema con escasez de depredadores que lo ataquen, junto con su gran prolificidad y un clima benigno, se ha convertido en una plaga muy destructiva, ya que si no se realiza ningún tratamiento, la palmera muere de forma irremediable por los daños causados por las larvas.

Como ya hemos dicho los primeros síntomas suelen tardar a aparecer y es difícil conocer con certeza si una palmera esta afectada hasta que éstos aparecen. Los posibles síntomas que observaremos son; la presencia de picudos adultos en las bases de las hojas, hojas caídas o roídas, decaimiento del penacho central, hojas centrales retorcidas o marrones y galerías en cortes de poda y axilas.

Es obligatorio comunicar a la Generalitat de Cataluña (en el caso de tratarse del territorio catalán) cualquier sospecha de palmera infestada y los servicios técnicos de la administración determinarán si es necesario eliminarla. En todo caso lo más recomendable es tratar los ejemplares con riesgo de infestación y así evitar la pérdida de valiosísimas palmeras. Con endoterapia podemos prevenir y curar, si se llega a tiempo, ejemplares infestados por el picudo y evitar así el triste aspecto de un tronco de palmera serrado a medio metro del suelo.