Procesionaria del pino

 

Muy común en los pinos mediterráneos, la Procesionaria del pino, puede aparecer también en cedros y abetos. Las formas más reconocibles de este lepidóptero son las orugas, que se desplazan en fila india, y las típicas bolsas que aparecen en las ramas. Las dos son muy urticantes y peligrosas, además las orugas se alimentan de las acículas produciendo graves defoliaciones.

Durante el verano, las mariposas hembras se posan en las hojas de un pino para aparearse con los machos. La hembra realiza la puesta en las mismas hojas en por la noche y entre treinta a cuarenta días más tarde, eclosionan los huevos y aparecen las orugas. En esta fase se alimentan de las partes más tiernas de la hoja, por lo que se detectan examinando los pinos que tengan hojas amarillentas y observando en ellas hilos de seda con excrementos minúsculos. La primera muda se produce aproximadamente a los diez días y unos quince días más tarde realizan la segunda muda, tras la que aparecen los pelos urticantes que cubren la oruga. Estos pelillos se desprenden y se desplazan por el aire produciendo alergias e irritaciones en personas o animales domésticos.

Con la llegada del frío la colonia de orugas forma nidos con forma de enormes bolsas blancas muy peligrosas al contacto con piel y mucosas. La Procesionaria del pino pasa todo el invierno en este estado y suele mudar a un quinto al llegar la primavera. Cuando empieza el buen tiempo y tras la salida del sol, las orugas descienden del pino en procesión para enterrarse bajo el suelo. Para convertirse en mariposa, cada oruga realiza un capullo en el que permanece hasta el verano, cuando emergerán para volar hasta las hojas del pino y así iniciar nuevamente el ciclo.

Aunque la muerte del pino no es algo habitual, si las condiciones climáticas son favorables a la procesionaria, tras los dos primeros años, la colonia puede ir creciendo hasta ocupar la totalidad de la copa del pino. Las bolsas aparecen primero en las áreas más externas, pero al irse desfoliando se ubican en las partes interiores.

A través de un tratamiento preventivo con endoterapia vegetal, inyectamos directamente al tronco la substancia fitosanitaria para que se distribuya hasta las hojas (acículas) que comen las orugas. Por lo que la aplicación preventiva ha de ser en la fase que se alimentan, recomendándose la anterior al inicio de la segunda muda, que es entre octubre y noviembre dependiendo de la climatología local.

 

Tratamiento preventivo de la procesionaria del pino.